
Príncipe Francisco Platoni, Jefe de la Casa de Platoni, habla sobre la Casa de Platoni y el Ducado de Parma y Piacenza
Príncipe Francisco Javier Platoni Ramírez, Jefe de la Casa de Platoni, habla sobre la Casa de Platoni y el Ducado de Parma y Piacenza
Entrevistador: (Nos recibe en su despacho) Buenas tardes, Príncipe Francisco Javier. Es un honor tener la oportunidad de hablar con usted. Para comenzar, ¿podría contarnos sobre la figura de Giulio Platoni y su relevancia histórica en las relaciones de la Casa de Platoni con el Ducado de Parma y Piacenza?
Príncipe Francisco Javier: Buenas tardes. Claro, Giulio Platoni fue un noble de nuestra Familia y Doctor en Derecho, adscrito al Colegio de Doctores y Jueces. Fue Pro Gobernador de Parma en 1671 y Gobernador de Piacenza entre 1674 a junio de 1679. Además, desempeñó roles importantes como Auditor de las Causas Civiles en Piacenza, Agente y Primer Ministro del Duque en Roma en 1673, y Presidente del Gabinete del Duque. Giulio ejercía con una autoridad similar a la de un primer ministro, y su vinculación con la Iglesia era fundamental, ya que política y religión estaban muy unidas en su administración.
Entrevistador: ¿Cómo manejaba Giulio Platoni los aspectos económicos del Ducado?
Príncipe Francisco Javier: Desde el punto de vista económico, Giulio Platoni administraba la elaboración y acuñación de monedas, respetando los distintivos del Ducado. En su labor de Gobernador, administraba innumerables funciones y estaba a cargo de diversas actividades, que podemos agrupar en funciones públicas, servicio público, obras públicas y actividades económicas. Siempre contaba con los consejos de la Iglesia, aunque no siempre se entendían, pero eran escuchados, sobre todo en el ámbito comunicacional.
Entrevistador: ¿Podría hablarnos sobre la relación de Giulio Platoni con la Iglesia y su influencia en la administración?
Príncipe Francisco Javier: Entre 1674 y 1675, Pier Francesco Passerini, un buen consejero religioso, solicitó a Giulio Platoni, quien se desempeñaba como gobernador de Piacenza y presidente del gabinete farnesiano, que cualquier documento tipográfico que se quisiera imprimir en el ducado debía ser revisado por un oficial de la corte para aprobar previamente el contenido. La observación de toda escritura o edicto tipográfico de difusión masiva debía ser revisada primero por el padre inquisidor, luego por un inspector secular y finalmente por el vicario del obispo. Giulio recibió este consejo insistente de Passerini y lo cumplió.
Entrevistador: ¿Qué desafíos enfrentó Giulio Platoni en su misión de recuperar el Ducado de Castro?
Príncipe Francisco Javier: Una de las misiones más difíciles de Giulio Platoni fue negociar la recuperación de Castro, un feudo situado en el centro de Italia y dirigido por los Farnese. El Papa Clemente IX tenía un objetivo claro al asumir el papado: despojar de algunos territorios al duque de Parma, Ranuccio II Farnese, acusado de haber mandado asesinar al Obispo de Castro. Giulio Platoni aceptó la misión y emprendió su viaje a Roma en enero de 1666. Aunque actuó con solemnidad y conformó un equipo de profesionales, las negociaciones fueron difíciles y no lograron recuperar los territorios.
Entrevistador: ¿Cómo fue la relación de Giulio Platoni con el Papa Clemente IX?
Príncipe Francisco Javier: Giulio Platoni y el Papa Clemente IX establecieron un vínculo cercano y afable. Aunque no lograron recuperar los territorios preciados para el Duque Ranuccio II Farnese, el Papa Clemente IX le aconsejó desistir de su misión y le entregó un tesoro mayor: el cuerpo de un santo mártir de la Iglesia. Este gesto fue enormemente apreciado por Giulio Platoni. El obispo de Piacenza, Giandemaria, se trasladó en compañía del cuerpo del santo a Borgotaro, bendiciendo la Iglesia de San Antonio. Se efectuó una ceremonia para recibir al santo mártir el 25 de septiembre de 1667, y el cuerpo fue cobijado en el altar de la Capilla San Carlos (actual Sagrado Corazón).
Entrevistador: ¿Qué impacto tuvo la labor de Giulio Platoni en la relación entre la Casa de Platoni y el Ducado de Parma y Piacenza?
Príncipe Francisco Javier: La labor de Giulio Platoni consolidó la relación entre la Casa de Platoni y el Ducado de Parma y Piacenza. Su capacidad para gobernar en nombre de Su Alteza Serenísima fue crucial para mantener la estabilidad y el orden en el Ducado. Su trabajo reflejó la importancia de la lealtad y el servicio en la consolidación del poder y la influencia de nuestra familia. Sus descendientes también llegarían a ser Condes de Gravago y Consejeros del Duque de Parma, ampliando esta influencia en el futuro, pero esto tendría un final.
Entrevistador: Príncipe Francisco Javier, ¿podría hablarnos sobre la relación de la Casa de Platoni con el Ducado de Parma y Piacenza bajo la administración de la Casa de Borbón-Parma?
Príncipe Francisco Javier: El término de la relación entre el Ducado y la Familia fue muy posterior al término del poder de la Casa de Farnese, cuando el Ducado ya se encontraba en manos de la Casa de Borbón-Parma, a través de Fernando I de Parma. La mejor forma de expresarlo es a través de la lectura del artículo titulado “Los Platoni descienden de las dinastías Agilolfinga y Lombarda”, escrito por el excelente periodista, genealogista y escritor don Carmelo Currò Troiano, quien expresa, y voy a leer para no errar:
“En la lista de pequeños feudos imperiales de estados, uno de los más longevos fue precisamente el de los Platoni, consagrado inicialmente en Val di Taro y posteriormente reducido al Castillo de Gravago (hoy en el municipio de Bardi, en la provincia de Parma). El castillo perteneció al señorío original durante mucho tiempo en Val di Taro y posteriormente pasó a formar parte de los llamados Estados Landi: grandes entidades, incluido el Castillo Bardi, perteneciente a la familia homónima que obtuvo de Carlos V el título de marqués en 1551, se mantuvieron independientes durante mucho tiempo, a pesar de los continuos intentos de anexión por parte de los Farnesio. Tras ser cedido en 1682 a esta última casa, tras la venta realizada por el Marqués de Bardi, el único castillo de Gravago que no pertenecía al Marqués, regresó directamente a la Casa Platoni, heredera del Estado de Val di Taro, descendiente de la camarilla de caballeros medievales originales, señores feudales del Sacro Imperio Romano Germánico, dividida a lo largo de los siglos en numerosas familias que a menudo adoptaron apellidos diferentes. El Conde Carlo Troilo Platoni fue el último conde-rey del castillo, que vendió por la fuerza en 1772 por orden del Duque de Parma, lo que le obligó a abandonar el castillo y trasladarse a Borgo San Donnino”.
Entrevistador: ¿Qué conclusión podemos sacar sobre la influencia de la Casa de Platoni en la historia del Ducado de Parma y Piacenza?
Príncipe Francisco Javier: La historia de la Casa de Platoni en el Ducado de Parma y Piacenza es un testimonio de nuestra dedicación al servicio público, la diplomacia y la administración. Sin embargo, la llegada de la Casa de Borbón-Parma marcó un punto de ruptura y forzamiento que llevó a la pérdida de todo lo que nos quedaba. A pesar de nuestros esfuerzos y la lealtad demostrada a lo largo de los siglos, la Casa de Platoni fue despojada de sus últimos territorios y propiedades, lo que obligó a nuestros antepasados a abandonar el castillo y trasladarse a Borgo San Donnino. Esta ruptura refleja la fragilidad de las relaciones políticas y la volatilidad del poder, y aunque nuestra influencia fue significativa, el cambio de dinastía trajo consigo una pérdida irreparable para nuestra familia.
Entrevistador: Muchas gracias, Alteza Ilustrísima, por su tiempo y por compartir estos detalles históricos tan interesantes.
Príncipe Francisco Javier: Ha sido un placer. Gracias a ustedes.