El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Marín ha condenado a una entidad bancaria al pago de 6.949,87 euros a un cliente de reclamador.es por las cantidades cobradas de más mediante una tarjeta revolving. Tras conocer la sentencia, el banco ya ha abonado el importe correspondiente al afectado, explica la compañía online de servicios legales.
Dicha sentencia fue recurrida por la entidad bancaria, pero la Audiencia Provincial de Pontevedra la ratificó y la declaró firme, señala reclamador.es.
No es una "tarjeta normal"
El consumidor (1969, Pontevedra) contrató a principios de 2012 una tarjeta revolving con una entidad bancaria, pasando luego a manos de otra, con una TAE usuraria de 26,82%. La tarjeta fue comercializada con una total "falta de transparencia" y de hecho, el contrato es "prácticamente ilegible", aclara la legaltech.
El afectado utilizaba la tarjeta para comprar, como una "tarjeta normal", indica a reclamador.es, ya que nadie le había explicado su funcionamiento antes de contratarla. Únicamente le mostraron la cuota que tenía que pagar al mes.
La tarjeta inicialmente suscrita tenía un crédito total de 4.100 euros. Las primeras cuotas comenzaron siendo de unos 30 euros, explica el afectado, pero a medida que la iba utilizando, las mensualidades fueron subiendo exponencialmente hasta acabar cerca de los 200 euros, aproximadamente.
Falta de transparencia
Por su parte, Irene Becerra, directora legal de reclamador.es, explica que "la sentencia es clara y declara la nulidad del contrato de la tarjeta de crédito suscrita por el demandante por su falta de transparencia, debiendo el banco devolver el crédito dispuesto, aplicando los intereses pagados a la fecha de amortización del capital".
La directiva añade que "la Audiencia Provincial de Pontevedra se pronunció en favor del afectado y de nuevo con condena en costas a la entidad, confirmando plenamente la sentencia de primera instancia".
Las problemática de las revolving
Las tarjetas de revolving se han convertido en uno de los medios más utilizados en España para financiar todo tipo de compras. A través de estas tarjetas se consigue una financiación rápida y en cómodas cuotas aplazadas, pero en muchos casos se esconden unos tipos de interés muy altos y que el consumidor desconoce porque no se le ha explicado en su contratación.
