Envejecimiento activo y bienestar en los mayores

Envejecimiento activo y bienestar en los mayores

Envejecimiento activo y bienestar en los mayores

Salud

Profesionales clave para fomentar el envejecimiento activo y bienestar de las personas mayores



La población envejecida representa un desafío significativo para las sociedades contemporáneas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de personas de 65 años y más se sitúa actualmente en un 20,4% y se proyecta que alcanzará hasta un 30,5% hacia 2055. A su vez, la esperanza de vida al nacimiento podría llegar a los 86 años en hombres y 90 años en mujeres para 2073 (INE, 2024). Este incremento en la longevidad, junto con el aumento de síndromes geriátricos y enfermedades degenerativas, subraya la necesidad de contar con recursos asistenciales. Como residencias de ancianos y centros de día, que cuenten con equipos interdisciplinarios para ofrecer una atención adecuada y continua a las personas mayores.



La importancia del envejecimiento activo



El envejecimiento activo se refiere a la implementación de estrategias y acciones que permiten a las personas mayores disfrutar de una vida saludable, activa y socialmente integrada. La promoción de este enfoque es esencial para garantizar el bienestar de nuestros mayores, permitiéndoles llevar una vida plena y satisfactoria. En este contexto, la labor de profesionales como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas resulta crucial.



Fisioterapia: pilar fundamental en la salud física



La fisioterapia desempeña un papel esencial en el mantenimiento de la salud física de las personas mayores. La inactividad física y los comportamientos sedentarios son factores que contribuyen a limitaciones funcionales y dolencias musculoesqueléticas, comunes en el proceso de envejecimiento. Los fisioterapeutas intervienen a través de ejercicios terapéuticos, estiramientos, terapia de masajes y programas de educación sanitaria, ayudando a los mayores a mantener su autonomía y prevenir el deterioro físico.



Un dato alarmante revela que aproximadamente el 30% de las personas mayores de 65 años pueden sufrir caídas anualmente, y un 15% puede tener hasta dos caídas (Carrillo y Brossard, 2023). En residencias de mayores y centros de día, las caídas son también un problema frecuente. La intervención del fisioterapeuta se centra en mejorar las capacidades físicas de los usuarios a través de programas que fortalecen la musculatura, aumentan la flexibilidad y mejoran el equilibrio, contribuyendo así a la prevención de caídas y a una recuperación más rápida.



Terapia ocupacional: promoviendo la autonomía



El terapeuta ocupacional es otro profesional clave en el ámbito del envejecimiento activo. Su enfoque se centra en facilitar la participación de los mayores en actividades significativas, garantizando que puedan llevar a cabo las actividades de la vida diaria de manera autónoma. Este profesional no solo se preocupa por el bienestar de cada usuario, sino que también ofrece herramientas y formación a otros miembros del equipo multidisciplinario para asegurar una atención más individualizada y adaptada a las necesidades de cada persona.



La terapia ocupacional puede incluir la adaptación del hogar, el uso de ayudas técnicas y la implementación de estrategias que promuevan la independencia y el bienestar emocional. Al fomentar un sentido de logro y satisfacción en las actividades cotidianas, se contribuye significativamente a la calidad de vida de los mayores.



Logopedia: comunicando con eficacia



La figura del logopeda, aunque a menudo subestimada, es esencial en el cuidado de las personas mayores. La comunicación efectiva es fundamental para garantizar que las necesidades y deseos de los usuarios sean comprendidos y atendidos. Sin embargo, problemas como la hipoacusia, los ictus, el Parkinson y diversas demencias pueden dificultar esta comunicación.



El logopeda ayuda a prevenir, estimular y manejar los problemas comunicativos que pueden surgir en el ámbito geriátrico (Fernández, 2022). Su labor incluye el entrenamiento y mantenimiento de las habilidades del habla, la creación de estrategias de comunicación eficaces y la detección y rehabilitación de problemas de deglución, como la disfagia, que afecta a una de cada cuatro personas mayores de 70 años (Fernández, 2023). Este tipo de intervención no solo mejora la calidad de la comunicación, sino que también puede prevenir complicaciones graves, como la desnutrición y la deshidratación.



La disfagia y su impacto en la calidad de vida



La disfagia es un problema de salud que se presenta con frecuencia entre los mayores y puede complicar la simple acción de alimentarse. Las dificultades para tragar pueden llevar a un rechazo de la comida, generando malestar y afectando directamente la calidad de vida. La intervención temprana y el seguimiento adecuado por parte del logopeda son vitales para abordar estos problemas, lo que no solo facilita la deglución, sino que también mejora el bienestar general del usuario.



Conclusión: un enfoque integral para el cuidado de los mayores



La colaboración entre fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas es fundamental para promover el envejecimiento activo y garantizar el bienestar de las personas mayores. Cada uno de estos profesionales aporta una perspectiva única y habilidades que, al integrarse, crean un enfoque holístico hacia la atención geriátrica.



Al fortalecer las capacidades físicas, promover la autonomía y mejorar la comunicación, estos profesionales contribuyen a aumentar la autoestima de los mayores, ayudándoles a sentirse útiles y capaces. En un contexto donde la población envejece rápidamente, es esencial que continuemos abogando por la inclusión de estos profesionales en el ámbito asistencial, asegurando así una atención de calidad que favorezca el envejecimiento activo y la dignidad de nuestros mayores.



 



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