Las autoridades de la provincia de Ciego de Ávila han llevado a cabo investigaciones a cientos de agricultores, resultando en la retirada de tierras en usufructo a 137 productores.
Esta medida, según reportes oficiales, responde a presuntas irregularidades en la entrega de leche y carne, en un contexto de creciente escasez de alimentos y un sistema agrícola en caída libre.
De acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias, 524 agricultores de la provincia fueron presentados ante las llamadas "comisiones agrarias" debido a incumplimientos en sus compromisos productivos.
El resultado: 137 de ellos perdieron el derecho al usufructo de sus tierras, mientras las autoridades provinciales justifican las acciones señalando una deuda de 500,000 litros de leche en el plan anual, así como retrasos en la entrega de alimentos básicos como plátano, yuca, boniato y malanga.
El vicepresidente Salvador Valdés Mesa afirmó que la ganadería "está fuera de control" y acusó a los productores de desviar leche hacia mercados no estatales, un problema que el gobierno considera como un obstáculo para cumplir las metas de producción.
Las sanciones y declaraciones oficiales llegan en un momento de profundo deterioro en el sistema agrícola cubano. El ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, reconoció en octubre el desplome de las producciones agrícolas durante los últimos cuatro años.
Según un despacho reciente de Reuters, el panorama es desalentador: La población de gallinas ha disminuido un 62% desde 2020. Las cerdas en edad reproductiva se han reducido un 73% en el mismo período.
Alimentos básicos como huevos y carne de cerdo, que alguna vez fueron esenciales en la dieta cubana, se han convertido en bienes escasos y costosos.
Este declive no solo afecta la seguridad alimentaria, sino que también incrementa la presión sobre un sistema económico ya debilitado, dependiente de las importaciones y marcado por la insuficiencia de recursos.
Mientras las autoridades responsabilizan a los agricultores por el incumplimiento de los planes estatales, los productores y expertos señalan al sistema de planificación socialista como el principal culpable.
Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, asegura que los campesinos tienen la disposición para producir, pero carecen de autonomía e insumos básicos.
“Mientras siga Acopio [el sistema estatal de compra de productos agrícolas], mientras sigan todas estas estructuras gubernamentales, no va a haber arroz, ni tabaco, ni caña, ni ningún tipo de producciones”, afirmó en una entrevista con Martí Noticias.
El economista Pedro Monreal, por su parte, argumenta que el agro cubano requiere "transformaciones de propiedad, empresa privada, énfasis en el mercado, una institucionalidad de apoyo y garantías jurídicas al privado". También destaca la necesidad de inversión extranjera y colaboración internacional para revertir la crisis actual.
La falta de insumos, maquinaria y autonomía ha sido una constante en el testimonio de los agricultores. En un país donde el gobierno controla las principales estructuras de producción y distribución, muchos campesinos se ven obligados a vender sus productos al Estado a precios fijados, lo que limita su capacidad para reinvertir en sus tierras o cubrir costos básicos. @ADNCuba
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