Régimen cubano, desesperado, pide ayuda a sus aliados para enfrentar la devastadora crisis

Régimen cubano, desesperado, pide ayuda a sus aliados para enfrentar la devastadora crisis

Régimen cubano, desesperado, pide ayuda a sus aliados para enfrentar la devastadora crisis

Internacional

En medio de una crisis económica y social sin precedentes, Cuba ha solicitado formalmente ayuda internacional tras el devastador paso de los huracanes Oscar y Rafael, que han dejado a la isla en una situación crítica.



Con vastas áreas afectadas en toda la región oriental y occidental, la nación caribeña enfrenta ahora una etapa de emergencia que amenaza con desbordar y agravar la ya tensa situación interna.



El Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Oscar Pérez Oliva-Fraga, informó sobre una reunión clave con agencias del Sistema de Naciones Unidas establecidas en Cuba. En este encuentro, las agencias de la ONU se comprometieron a liberar fondos monetarios y materiales destinados a la recuperación de las zonas más afectadas.



Pérez Oliva-Fraga anunció que varios países amigos de la región, como México, Colombia, Bolivia y Venezuela, han enviado ayuda humanitaria, mientras que otros aliados, como Rusia y China, han ofrecido su apoyo inmediato. Estos donativos incluyen provisiones de alimentos, medicinas y materiales de construcción, en un esfuerzo por aliviar el impacto de la crisis en una población ya muy castigada por la escasez y las dificultades de abastecimiento.



Sin embargo, la situación es particularmente complicada debido a la debilidad estructural de la economía cubana, que limita seriamente la capacidad de respuesta ante desastres naturales de esta magnitud.



El economista Ángel Rodríguez Pita, en declaraciones a Martí Noticias, advirtió que el gobierno cubano carece de una estrategia sólida para enfrentar una recuperación efectiva. “No hay una movilización adecuada; son los propios ciudadanos quienes, con machetes y herramientas básicas, intentan reconstruir lo que pueden en sus localidades. Las capacidades de recuperación están disminuyendo rápidamente”, señaló.



Además de las pérdidas humanas y materiales, el sistema eléctrico nacional ha sufrido un colapso crítico, dejando a vastas zonas sin electricidad y complicando aún más la distribución de agua potable, gas licuado y alimentos.



El huracán Oscar, que azotó la región oriental el 20 de octubre, provocó la muerte de al menos ocho personas y dejó a miles de familias en condiciones de extrema vulnerabilidad. Según datos oficiales, unas 14,300 viviendas sufrieron daños de diversa consideración, mientras que los sectores agrícola y pesquero experimentaron pérdidas devastadoras.



La Organización de Naciones Unidas anunció un donativo de 33 millones de dólares, dirigido a socorrer a las personas damnificadas en localidades como San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa, que quedaron especialmente afectadas. Además, organizaciones no gubernamentales como Cáritas Cuba, a través de su diócesis de Guantánamo-Baracoa, han activado redes de ayuda para distribuir alimentos y suministros básicos en las comunidades afectadas.



Según Rodríguez Pita, la falta de comunicación entre las distintas entidades dificulta que los recursos lleguen a quienes más los necesitan y amenaza con agravar aún más las tensiones sociales. @ADNCuba



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