La poda es una práctica esencial en el cultivo de marihuana. Junto a otras acciones como la aplicación de fertilizantes para cannabis, ofrece múltiples beneficios que contribuyen a mejorar la calidad y la cantidad de la cosecha. A continuación, ahondaremos en su importancia y cómo realizarla apropiadamente.
Una de las razones principales por las que se requiere una poda oportuna, es porque dicha acción permite que la luz llegue de manera más uniforme a todas las partes de la planta, lo cual es crucial para la fotosíntesis. Además, facilita una mejor circulación de aire, reduciendo la humedad y, por ende, el riesgo de enfermedades fúngicas y plagas.
Por otra parte, al eliminar ramas y hojas innecesarias, la planta puede redirigir su energía hacia las partes más productivas, como las flores. Esto puede resultar en cogollos más grandes y densos, mejorando el rendimiento total de la cosecha. No obstante, dichos resultados dependerán de que la poda se realice correctamente y en las fases adecuadas.
¿Cuándo podar tu cultivo de cannabis?
La poda del cannabis debe realizarse en momentos específicos durante su ciclo de vida para maximizar sus beneficios y minimizar el estrés en la planta. Determinar los momentos ideales es una tarea en la que incluso los veteranos pueden cometer errores, así que te explicaremos cuándo es más conveniente realizarla:
- Durante la fase vegetativa: en esta etapa es recomendable podar la planta cuando se encuentra entre la cuarta y sexta semana de crecimiento. Es decir, después de que ha desarrollado al menos 4-6 nudos (conjuntos de hojas).
Realizar estas podas demasiado temprano puede afectar el crecimiento de la planta, mientras que hacerlo muy tarde puede no dar suficiente tiempo para que las nuevas ramas se desarrollen adecuadamente antes de la floración.
- Previo a la fase de floración: unos días antes de cambiar el ciclo de luz para inducir la floración (12/12 horas de luz/oscuridad), realiza una limpieza final eliminando las ramas y hojas inferiores que no recibirán suficiente luz. Esto prepara a la planta para enfocarse en la producción de cogollos.
- Durante las primeras semanas de floración: entre la primera y la tercera semana de esta fase, puedes realizar una defoliación ligera. En este período, es crucial no estresar demasiado la planta, por lo que solo debes eliminar las hojas que bloquean la luz a los cogollos en desarrollo o que impiden una buena circulación de aire.
Posteriormente, durante la segunda o tercera semana de floración puedes efectuar el lollipopping. Esta técnica consiste en eliminar las ramas y hojas bajas para que la planta se concentre en desarrollar los cogollos superiores que reciben más luz.
Poda y aplicación de fertilizantes para cannabis
La poda y la fertilización son prácticas complementarias en el cultivo de cannabis. La primera puede mejorar la penetración de luz y aire, mientras que la segunda bien manejada, asegura que las plantas tengan los nutrientes necesarios para recuperarse y prosperar después de eliminar las hojas innecesarias. La coordinación de estas prácticas es clave para maximizar el rendimiento y la calidad del cultivo de marihuana.
Una vez que se combinan como acciones complementarias, se incrementa la eficiencia del cultivo. Algunas de los beneficios que se obtienen de ellos, es la reducción del estrés de la planta, mejora de la absorción de nutrientes, optimización del crecimiento y un mayor control del tamaño y su forma.
Si has descuidado la poda del cultivo, es posible que todavía no hayas observado un buen desarrollo de las plantas. Pero no te preocupes, si dispones de los implementos apropiados y los empleas de manera oportuna, lograrás incrementar la calidad de tu cultivo. Y no olvides complementar los cuidados de las plantas con la aplicación de fertilizantes de alta calidad.
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