Limpiar tu moto periódicamente forma parte de los cuidados necesarios para mantenerla en buen estado, además de darle una mejor apariencia. Recuerda que una moto es más que un accesorio, es un medio de transporte que te facilita el día a día.
En este artículo te damos 5 consejos muy simples y fáciles de hacer para la correcta limpieza de tu moto, sobre todo si estás pensado en empezar una ruta con tu moto
Lava tu moto constantemente
Como ya comentamos, es imprescindible que tu moto esté siempre limpia. El sucio acumulado puede pegarse demasiado y crear fricción en algunas de sus partes, además, puede dañar la pintura e incluso oxidar el metal.
Nuestro consejo es que la laves cada vez que esté sucia o cada dos semanas aproximadamente. Esto dependerá principalmente del uso que le des, pero es importante que la revises continuamente para saber cuándo es necesario una limpieza.
Apágala
Bajo ninguna circunstancia debes lavar tu moto encendida. Esto puede dañar el motor y otras partes mecánicas de la misma.
Lleva tu moto al sitio en donde la vas a lavar, apágala y espera algunos minutos (20-40 minutos) hasta que se enfríe.
Usa el agua y los implementos adecuados
Si es posible, usa agua caliente para hacer este proceso. Puedes calentar el agua en la cocina y luego pasarla a unas cubetas. También es recomendable utilizar una manguera a presión en las partes que tengan sucio demasiado pegado o a los lugares difíciles de acceder.
Hay champús especiales para moto, pero también puedes usar un lavavajillas neutro para lavar la carrocería. Repite este paso cuantas veces sea necesario hasta que quede completamente limpia. Si hay áreas demasiado sucias, aplica un poco de desengrasante.
Al final del lavado, dedícale unos minutos a la cadena y las partes que necesitan ser lubricadas. Y si quieres que se vea mucho mejor, utiliza un limpiametales para pulir las piezas cromadas, como los rines, retrovisores, etc.
Cubre las partes que se puedan dañar con el agua
Algunas partes de la moto son muy delicadas, así que conviene cubrirlas. Utiliza bolsas plásticas para cubrir bien el agujero del tubo de escape, el asiento y todas las partes de cuero (o tela), las piezas eléctricas visibles y los espejos retrovisores.
Luego de que termines de lavarla, limpia aparte el asiento con un producto especial para cuero y los retrovisores con un limpiavidrios.
Sécala bien
No dejes tu moto a la intemperie luego del lavado. Espera uno cuantos minutos a que se seque el exceso de agua y toma algunos trapos de gamuza para ayudarla a secar. Cuando veas que ya está casi lista, déjala en un lugar parcialmente soleado.