Las piscinas en casa se han vuelto muy populares, ya que es una forma sencilla de contar con un área de esparcimiento para toda la familia. Tienen la ventaja de que no tienes que desplazarte, pagar entradas o hacer gastos en comida.
Sin embargo, las piscinas tienen algunos inconvenientes a considerar cuando están instaladas en tu terraza o jardín. El más importante es el mantenimiento, para garantizar que la calidad del agua sea apta para el baño de las personas.
En general, las piscinas requieren un cuidado regular, que no suele ser muy complicado, pero debes también hacer limpiezas más profundas. Aquí te traemos algunos puntos clave de los expertos, al momento de limpiar tu piscina a fondo.
¿Cuándo debo hacer una limpieza a fondo de la piscina?
Lo más común es que las piscinas se utilicen en el verano, estando fuera de uso desde finales del otoño hasta mediados de primavera, según las condiciones climáticas. En este período, puede que hayas cubierto o no la piscina, por lo que debes revisar su estado y hacer una limpieza profunda.
Como regla general, se recomienda hacer este mantenimiento a fondo, al poner la piscina a punto para usarla y al dejarla de usar cuando el tiempo cambia. En el período en que está activa, es necesario que hagas una limpieza regular, que consiste principalmente en:
- Recoger las hojas y otros residuos que quedan en la superficie del agua, al menos cada 2 días.
- Revisar de manera constante el pH del agua, para mantenerlo en los rangos adecuados (7 a 7,6)
- Controlar que la concentración de cloro (cuando usas este sistema de desinfección), sea la correcta para permitir el baño humano.
- Hacer una limpieza semanal del fondo.
- Aplicar alguicidas y floculante cada 15 a 30 días, según las condiciones de radiación en la zona.
La limpieza a fondo dos veces al año es necesaria, tanto para mantener la estructura de la piscina como la calidad del agua. De esta manera, alargas su vida útil y garantizas que los usuarios, disfruten, sin estar expuestos a riesgos en su salud.
Claves para limpiar la piscina a fondo
Esta es una labor que puedes hacer por ti mismo, siempre que cuentes con las herramientas y equipos adecuados. Entre estos, la red para recoger los residuos sólidos, cepillos, limpiafondos, productos de desinfección y los kits de control de calidad del agua.
1. Revisa la calidad del agua
Si has tenido cuidado de poner una cubierta a la piscina durante el invierno, y has aplicado productos de invernaje, muy probablemente el agua estará en buenas condiciones. En piscinas sin cubierta, el agua será de peor calidad, por la acumulación de suciedad.
En zonas donde la temperatura no es muy baja, también te puedes encontrar con problemas de proliferación de algas, cuando no hiciste el tratamiento de control adecuado. Esto puede resolverse aplicando floculantes y productos alguicidas.
Cuando la calidad del agua está muy deteriorada, posiblemente deberás cambiarla completamente, a fin de que sea apta para el baño. Igualmente, si el nivel ha bajado, deberás agregar agua para alcanzar el adecuado.
2. Limpia muy bien paredes y fondo
El siguiente paso importante es que elimines todos los residuos sólidos, en caso de las piscinas sin cubierta. Luego, hay que eliminar toda la suciedad acumulada tanto en las paredes como en el fondo, así como posibles incrustaciones de cal.
Para esto, los limpiafondos serán tus mejores aliados, los cuales pueden ser manuales o automáticos, algunos con capacidad de limpiar las paredes. Los expertos de Consumoteca, nos indican que su elección dependerá de tu presupuesto, tamaño y materiales de la piscina.
Los limpiafondos de impulsión son la mejor opción, cuando la piscina tiene un recubrimiento con baldosas, que dejan rendijas donde se acumula la suciedad. En el caso de superficies lisas, puedes optar por los de aspiración o manuales.
3. Mantenimiento del sistema de filtrado
Las piscinas suelen tener instalado un sistema de bomba y filtros, que ayuda a mantener la calidad del agua. En el caso de la bomba, debes cuidar que no quede expuesta a humedad por períodos prolongados cuando está por encima del nivel del agua, ya que las piezas pueden oxidarse.
Al iniciar el uso de la piscina, comprueba que funciona adecuadamente y limpia el exterior de cualquier suciedad acumulada. Haz la lubricación de las piezas y comprueba que todos los sellos y uniones estén en buen estado.
Luego, hay que limpiar tanto la cesta de la bomba como la del skimmer, retirando cualquier residuo acumulado. Igualmente, los filtros, que básicamente suelen ser de arena o de cartucho, teniendo cuidados distintos.
4. Aplica los productos adecuados
Al terminar la limpieza de paredes, fondo y sistema de filtrado, hay que hacer un tratamiento completo del agua. En la puesta a punto para verano, es recomendable realizar una desinfección de choque, con una concentración de cloro más elevada, para eliminar los microorganismos.
Si es necesario, usar alguicidas que erradiquen las algas en el cuerpo de agua y floculante para precipitar las pequeñas partículas en el agua. En este caso, luego debes pasar el limpiafondos, a fin de recoger el precipitado.
Una vez hecho el tratamiento de desinfección, utiliza los kits de control de pH y concentración de cloro. Haz los ajustes necesarios, hasta alcanzar los niveles adecuados y tu piscina estará lista para el disfrute de toda la familia.