Es tiempo de abrazar con el Alma
Cuando hace apenas dos años terminaba de escribir mi segundo libro "Abrazos para tu Alma", no podía ni siquiera imaginar el sentido que tomarían sólo unos meses después esas sencillas palabras.
Hoy, cuando estamos inmersos aún en esta red de distancias y límites, quizá resulte más necesario que nunca regresar al camino del corazón y de lo sencillo. Se hace casi imprescindible volver al interior de uno mismo para encontrar todo lo que parece que hayamos perdido, y prestar atención con toda intensidad al sentir y al amar.
Hemos aprendido, como marineros intrépidos, a navegar por mares de emociones y sentimientos, a afrontar fuertes tormentas y vientos, y a encontrar nuestro más puro valor ante situaciones nunca antes experimentadas. Aún soñamos con aguas en calma, con playas doradas y repletas de paz donde poder descansar de tanto esfuerzo.
Después de haber mirado muchas veces de frente nuestros miedos y nuestras sombras, tal vez sea casi inevitable la vuelta a las caricias y a la dulzura desde lo más profundo de nuestro interior, para sanar tantas heridas y tantos momentos de dolor, utilizando los pequeños gestos y detalles, abrigando con lo sencillo a cada ser que nos acompaña.
Hemos descubierto lo infinito que es el cariño y el amor incondicional a pesar de las distancias y la aparente separación, amando a través de nuestras miradas y de las palabras que han brotado desde el pecho, desde lo auténtico y verdadero.
La naturaleza se ha convertido en nuestra mejor amiga y en nuestro mejor refugio para encontrar la energía perdida, para reconectar con la más pura existencia y llenarnos, aunque sea por unos momentos, de la paz que tanto anhelamos.
En medio del caos y la confusión, de la agobiante presión de noticias y telediarios, debemos prestar nuestra mayor atención a las luces y los faros que, a pesar de todo, iluminan y promueven la vida, en forma de mensajes positivos, de risas y creaciones amorosas que nos alegran y nos abrazan de mil maneras, llenando por momentos de alegría cualquier lugar de nuestro corazón.
No esperes a que esto termine para expresar tu cariño, para soñar e imaginar, para reír y pasear. No hay mejor instante que este eterno presente para llenarnos e iluminarnos con abrazos para el Alma.
Francisco Gallardo Perogil
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