El término furgoneta se utiliza de forma genérica al parecer todas iguales, pero aquellos que trabajan habitualmente con estos vehículos saben que no todos reciben la misma clasificación y que, por lo tanto, encierran diferentes exigencias.
En España se clasifican los vehículos mediante los códigos definidos en el Anexo II del Real Decreto 2822/1998 del Reglamento General de Vehículos. Se utilizan 4 dígitos. Los dos primeros corresponden al criterio de construcción del vehículo y los dos siguientes al el criterio de utilización.
Dentro del término furgoneta se deben diferenciar aquellos vehículos donde el espacio de carga está integrado a la cabina y que a su vez son aptos para el transporte de mercancías y personas:
- Furgón/furgoneta MMA ≤ 3.500 kg: Automóvil destinado al transporte de mercancías cuya cabina está integrada en el resto de la carrocería con masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kg.
- Derivado de turismo: Vehículo automóvil destinado a servicios o a transporte exclusivo de mercancías, derivado de un turismo del cual conserva la carrocería y dispone únicamente de una fila de asientos.
- Vehículo mixto adaptable: Automóvil especialmente dispuesto para el transporte de mercancías y personas hasta un máximo de 9 incluido el conductor y en el que se puede sustituir eventualmente la carga, parcial o totalmente, por personas mediante la adición de asientos.
- Turismo: Automóvil distinto de la motocicleta, especialmente concebido y construido para el transporte de personas y con capacidad hasta 9 plazas, incluido el conductor.
Muchas furgonetas se clasifican como turismos por la ventaja que supone su mayor velocidad autorizada y la reducción de los periodos de inspección técnica. Aún así, estos tienen poca repercusión en el transporte profesional.
Cuando una empresa nos pide equipar o transformar el interior de una furgoneta debemos preguntarnos primero cuál es su clasificación. El Anexo VI del Reglamento General de Vehículos versa sobre los dispositivos de retención (mamparas) y aseguramiento de la carga (amarres del tipo anillas, ganchos, etc) que deben instalar los vehículos.
Vehículo mixto adaptable o derivado de turismo
Si nuestro vehículo es un mixto adaptable o derivado de turismo y el fabricante del vehículo ha instalado anillas en el piso, la preinstalación e instalación de la mampara es optativa, ya que se permite que la última fila de asientos haga las veces de dispositivo de retención. Si la carga nunca sobrepasa el respaldo no es necesario instalar nada, sólo amarrar la mercancía a las anillas.
Con el mixto y derivado de turismo podremos transformar el interior sin anular los puntos de amarre. Si lo hacemos, le pedirán al usuario una mampara homologada completa y los asientos ya no podrán hacer su función.
Es por esto que actualmente haya muchas soluciones técnicas para “camperizar” o transportar elementos de forma segura y legal con sistemas de montaje rápido a los puntos de amarre. Estos sistemas entregan al bulto la condición de mercancía y no de trasformación interior del vehículo.
Furgón o furgoneta
En este caso el fabricante del vehículo ha instalado amarres en el suelo obligatoriamente y ha hecho la preinstalación de la mampara. Estamos seguros. Habitualmente estos vehículos ya vienen con la mampara atornillada en esa preinstalación, pero debemos dejar claro que la obligación de la mampara se impone al usuario final. Puedes comprar el vehículo sin mampara, pero no circular sin ella.
Opcionalmente, se puede instalar un dispositivo de retención que proteja a los pasajeros en un área que en anchura cubra como mínimo 544 mm por cada respaldo de asiento posterior y en altura desde el plano de carga al techo. La separación entre el dispositivo de retención y la carrocería no deberá exceder de 40 mm. Este elemento puede ser rígido o flexible y puede consistir en una rejilla malla o red que no deje pasar una barra de prueba de 50 mm × 10 mm. El formato de rejilla ofrece muchas posibilidades por permitir espacios para el transporte de mercancías de mayor longitud.
Oficinas móviles, vehículos con zona de taller, o simplemente una división panelada para ordenar bultos son posibles en casi todas las categorías, pero si pretendemos eliminar plazas se hace imprescindible mirar al suelo del vehículo y ver si hay puntos de amarre. Si los perdemos de vista podemos tener problemas.