La carga define a los bienes o mercancías que se transportan. Hay distintos tipos de carga dependiendo de como sea ese producto, de su naturaleza, y de cómo se proteja y empaquete para su transporte. En la clasificación general, hay dos tipos de carga: carga general y carga a granel. - Carga general: Es mercancía de distintos tamaños pero que se puede contar por unidades. Estos productos pueden ir sueltos o empaquetados de distintas formas. Y a su vez, esta forma se divide en: Carga fraccionada: Carga que se transporta en cajas o paquetes Carga unitarizada: Va agrupada en paquetes de mayor volumen, en palets o contenedores. - Carga a granel: Productos que, por sus características y futuros usos, se transportan sin ser empaquetados de manera individual. Son productos como la arena, el hormigón, los cereales, el agua o determinados gases. Esta mercancía se transporta en contendores especiales o en camiones cisternas. Según las características de estos materiales, la carga se puede diferenciar también como: Carga a granel sólida: el material a transportar es un producto sólido, como el abono, las harinas, granos o determinados alimentos. Carga a granel líquida: cuando la mercancía es líquida, como zumos, leche, aceite, agua o petróleo. Carga a granel gaseosa: productos en estado gaseoso. Algunos de los más comunes son el gas propano o el butano. También podemos clasificar los tipos de carga atendiendo a su naturaleza. - Cargas de mercancías peligrosas: Determinados productos son considerados como peligrosos por sus características. Son productos tóxicos, inflamables, gases contaminantes, sustancias radiactivas o venenosas o productos explosivos, entre otros. Estos artículos pueden suponer un gran riesgo para la salud pública y ocasionar grandes catástrofes naturales, de ahí que la seguridad en su transporte cobre vital importancia. Todos los vehículos que transporten cargas peligrosas deben estar debidamente señalizados con los paneles reglamentarios para cada tipo de carga. - Carga de productos perecederos. Cuando la carga a transportar contiene productos que necesitan de una temperatura constante para su conservación. Como, por ejemplo, los alimentos, como frutas, verduras, carnes, pescados y congelados, pero no son los únicos. Dentro de esta categoría también podemos incluir el transporte de flores o de ciertos medicamentos. - Carga de productos frágiles. Otro tipo de cargas son aquellas que transportan productos que se pueden romper fácilmente y que necesitan un embalaje y unos cuidados especiales para protegerlo. Objetos de cristal, porcelana, barro, televisiones. El correcto transporte de la carga es la base del funcionamiento. Algunos consejos claves para que la mercancía llegue en perfecto estado son los siguientes: - Selecciona el vehículo adecuado para cada tipo de carga: No es lo mismo transportar palets con material de obra que cajas de frutas. - Coloca adecuadamente tu carga. Cuando la carga sea original, organízala de la mejor manera dentro de tu vehículo es básico para peso y ten en cuenta si tienes que realizar varias paradas para distribuir la mercancía. - Planifica tu ruta. Una adecuada planificación te ayudará a acortar los tiempos, abaratar los costes y a reducir los riesgos al volante, con lo que reduces las posibilidades de que la carga que transportas pueda sufrir algún percance. - Implementa un sistema de gestión de flotas en tu empresa. Las plataformas de gestión de flotas te ayudan a gestionar y monitorizar todo lo que ocurre en tu empresa. Gracias a estas plataformas, podrás saber en cada momento dónde se encuentra la mercancía o si ha ocurrido alguna incidencia.